La comunidad El Redentor – nuestro “Hogar Espiritual” de José Cobo

Corría 1981, cuando conocí a mi mujer, Christel Oberpaur, mientras estudiábamos en la Universidad. Christel era parte de la comunidad El Redentor y participaba en el Grupo Juvenil de la Iglesia, que se reunía los sábados en la tarde. Por mi lado, de familia católica y educado como tal en colegio católico, participaba en la parroquia que correspondía mi domicilio. Costó iniciar el pololeo un buen tiempo, justamente por esta diferencia. En aquella época no tenía la más mínima idea acerca de lo que era La Iglesia Luterana. De a poco la fui conociendo y debe haber sido a fines de 1982 o ya avanzado el año 1983, en una de las reuniones sabatinas del Grupo Juvenil, tuvimos una charla con el Pastor Kurt Gysel, en que el tema principal versó sobre la salvación por fe. Y fue en esa oportunidad que el tema me llegó de tal manera (Diríamos coloquialmente que me hizo un “Clik”) que sentí que ese era el camino y que me hacía mucho más sentido para vivir la Fe. Fue lo que se llama un antes y un después. Han pasado 38 años desde esa vivencia y muchas actividades tanto familiares como personales, que se han ido dando, han permitido enriquecer este camino hacia el Señor. La comunidad El Redentor ha sido, podríamos decir nuestro “Hogar Espiritual”, donde hemos podido practicar nuestra religiosidad, conocer personas que comparten la Fe, colaborar en distintos ámbitos y de alguna manera ser testigo del evolucionar de la Comunidad en casi cuatro décadas. El Señor me trajo a esta comunidad para que fuera parte de ella, en la vivencia de la Fe, de lo cual le estaré siempre agradecido.